Por fin he encontrado unos ejemplares que parecen buenos (uno de ellos aun precintado) de dos de esos tesoros que siempre quise tener en mis estanterias. En los primeros ochenta, cuando se publicaron por Toutain por primera vez, me parecían carísimos y no me decidí a comprarlos. Coño, es que todavía estaba estudiando y no tenía un duro (mis padres tampoco). Así que ahora me desquito. No obstante, espero que en algún siglo de estos podamos ver publicadas de nuevo estas maravillas....
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