jueves, 27 de enero de 2011

"FANTASMAS DE MARTE" de John Carpenter



Ya desde su anterior película, “Vampiros de John Carpenter” (John Carpenter´s Vampires, 1998), el título incluía el nombre de su autor como parte del mismo. El objetivo estratégico y comercial de ello es obvio cuando estamos hablando de uno de los últimos especialistas de renombre en el género, aún en activo y que hace ya tiempo se ganó a pulso estar en ese limbo difuso que todos llamamos “los clásicos”. Mayor importancia adquiere si tenemos en cuenta que la siempre esperadísima actualización de su filmografía (la expectativa ante la última entrega de turno siempre llena de ilusión al aficionado) no es precisamente un ejemplo de desenfreno productivo; nueve años han pasado ya desde el estreno de su último largometraje, precisamente el que nos ocupa, “Fantasmas de Marte de John Carpenter”. Es todo un consuelo saber que pronto podremos disfrutar de su siguiente película, ahora en postproducción y cuyo título actualmente es “The Ward”, la historia de una joven ingresada en una institución mental, aunque hace un año aproximadamente esperábamos lo mismo de otro proyecto que finalmente ha sido postergado en el tiempo.

Por otro lado, ese “estar hasta en el título” no deja de ser un símbolo de la característica autoría que Carpenter ha dispensado en casi toda su obra. El “casi” lo podemos achacar a algún grano molesto, como fuera el caso de “Starman” (Starman, 1984), donde la peste a encargo alimenticio –todo él una concesión al cine más comercial, en lo que éste tiene de despersonalizado– hedía por los cuatro costados; no obstante, película correctísima desde un punto de vista técnico y formal, pero muy alejada de los habituales tonos, estéticas, éticas y temáticas habituales en Carpenter, esas que han hecho de su cine un producto en cierta manera asumible como suyo –sería impropio calificarlo de “reconocible” en sentido estricto–, carencia que hace, en el caso de “Starman”, que fuera recibida y sentida como un producto decepcionante.

Ya tratamos, justo hace un año y en estas mismas páginas, el tema de la presunta “autoría” de Carpenter cuando hablábamos sobre “La cosa” (The Thing, 1982) en el número 10 de Scifiworld (enero 2009), pero “Fantasmas de Marte” (voy a recortar por decreto el título desde este punto) se presta igualmente a ahondar en el asunto. Carpenter, de alguna manera, es un postmodernista; no un revisionista de los géneros y un explotador de múltiples referencias casi aleatorias con las que sorprender o a utilizar con calzador, como sí pudiera ser el caso de Tarantino, sino un conservador –cinematográficamente hablando– apegado a la tradición. Es un artista que para nada pretende hacer evolucionar los elementos recurrentes y más enraizados de los distintos géneros, sino tan sólo utilizarlos como condimentos de su propia mixtura; hablando especialmente del caso que nos ocupa y de otros anteriores, como la ya citada “Vampiros de John Carpenter” o “Golpe en la pequeña China” (Big Trouble in Little China, 1986). Una mixtura que lo que hace es maquillar el verdadero origen –desde el homenaje y la reverencia– para tratar de crear una especie de monstruo de Frankenstein, cuyas piezas son bien reconocibles pero que, unidas, consiguen crear un nuevo ser, con una nueva vida propia –o prestada, según se mire– que desarrollar.

Con “Fantasmas de Marte” Carpenter recrea la mejor atmósfera de la serie B, del divertimento sin pretensiones, de la mezcolanza desprejuiciada de géneros, a los que domina desde el buen conocimiento de sus claves y de la adoración que les profesa. Son el western y la ciencia-ficción menos clásica (ya veremos el porqué al citar las referencias) aquellos géneros que combina con contundencia, sin desnaturalizar la mitología propia de los mismos, especialmente del primero. Algunas películas muy concretas, variadas en su género, vienen a la mente ante la visión de “Fantasmas de Marte”.

Sin ser la historia en sí misma nada excesivamente novedoso ni tener un desarrollo particularmente sorprendente, Carpenter consigue potenciarla gracias a la estructura que toma como punto de partida para encauzarla, y que es la clave que dota de tensión a la función. El relato nos cuenta la aventura de un grupo de policías enviados a una mina de Marte donde los colonos han sido salvajemente asesinados. La historia se plantea como una gran flash-back, dentro del cual se introducen otros. La única superviviente de la expedición policial, la oficial interpretada por Natasha Henstridge (que enamora con su espectacular belleza y su porte duro a la vez que simpático) es interrogada a su vuelta de la expedición. Es ella, ante una especie de comité que intenta aclarar los hechos acaecidos, la que comienza a relatar distintos pasajes de su misión desde los diferentes puntos de vista a los que ha tenido acceso gracias a sus compañeros de fatigas. Es esa serie de flash-backs, dentro de un gran flash-back que sirve como núcleo, lo que produce el interés adicional que le falta a un argumento escaso de recorrido y estrecho en matices. En este punto es donde viene a la cabeza el “Atraco perfecto” (The Killing, 1956) de Stanley Kubrick y su particular estructura narrativa.

El western, tan habitual en la esencia de muchas de las películas de Carpenter, es la referencia de fondo más presente y determinante de “Fantasmas de Marte”. La correspondencia de elementos es, cuantitativamente y por tópica, brutal. El poblado minero podría ser cualquiera de esas localidades típicas con una única calle central que puebla casi todos los westerns de la historia del cine; el acecho al grupo de supervivientes, desde lo alto de los edificios, por parte de los que han sido infectados por la forma de vida marciana, sería un trasunto de esa situación tan típica en la que las tribus indias siguen desde lo alto de las colinas a la caravana que avanza por el fondo del valle, recurso que también vimos en la agraciada –vampiros de por medio– “30 días de oscuridad” (30 Days of Night, 2007) de David Slade; entroncado directamente con lo anterior, el terrorífico personaje que lidera a “los salvajes” arenga a “sus tropas” como un emplumado gran jefe indio cualquiera; el contexto general ayuda a pensar en las patrullas nocturnas de John Wayne, Dean Martin y Ricky Nelson por entre las calles desoladas y oscuras del “Río Bravo” (Rio Bravo, 1959) de Howard Hawks; por no decir de la caracterización de machito fanfarrón de Jason Statham, cercana a la de cualquier pistolero bravucón. Toda esa tradición recibida se intenta escamotear tras ciertos toques de “modernidad”, como la de introducir el anecdótico componente lésbico o la cita de la existencia de una sociedad matriarcal que, posteriormente, como idea que pueda aportar algo a la historia, no se desarrolla en absoluto; así como las continuas, directas e infructuosas insinuaciones sexuales de Jericho (Jason Statham) hacia Melanie (Natasha Henstridge), aunque en la última de ellas exista una especie de coitus interruptus, pues parecía que el tema finalmente tiraba para arriba (nunca mejor dicho).

Desde el punto de vista de la relación que se establece entre el grupo policial y el delincuente que aquel intenta trasladar para ser juzgado (“Desolation Williams” interpretado por Ice Cube), “Fantasmas de Marte” podría ser casi un remake parcial de “Asalto en la comisaría del distrito 13” (Assault on Precinct 13, 1976). Otra de las películas que evoca su visión, y reconozco que pueda ser una apreciación muy personal, es “Terror en el espacio/Terrore nello spazio” (1965) de Mario Bava, y no por la estética colorista tan habitual en el director italiano –aquí, aunque estudiada, más monocromática–, sino por la cierta atmósfera de abstracción que transpiran en muchos de sus pasajes estas dos historias de ciencia-ficción. Y si queremos seguir con este último género, el momento en que la oficial Melanie es invadida/poseída por el ente marciano y las alucinaciones que esto le provoca no pueden hacer más que recordar los efectos del sonido emitido por la nave alienígena de “Qué sucedió entonces” (Quatermass and the Pit, 1967), dirigida por Roy Ward Baker y escrita por, el admirado por Carpenter, Nigel Kneale, lo que lleva a pensar que sentirse presa de ese déjà-vu no es algo del todo casual ni forzado. También encontramos referencias a “La cosa”, tanto en la versión de Carpenter como en la original de Christian Nyby, “El enigma…¡de otro mundo!” (The Thing…from Another World, 1951).

Efectivamente, “Fantasmas de Marte” es todo un compendio de referencias más o menos veladas. Es precisamente por ello que su carencia de originalidad (que no de personalidad) se circunscribe a la no adopción de una excusa o discurso propio sobre el que desarrollar la historia, que al no existir se delata a sí mismo. De ahí la ligereza que muestra en ese sentido; cosa que intuyo no habrá satisfecho a muchos. No es mi caso, pues se trata de una de las películas de Carpenter con las que más me siento reconfortado al pasar una fría tarde de otoño en la oscuridad y caldeada tranquilidad de la sala de estar, delante del televisor.

Sí es muy criticable la elección del diseño (vamos a llamarlo así) de las escenas de acción, en especial en lo que se refiere a las explosiones y a los “explosionados”, que más recuerdan a una de esas hazañas bélicas de Chuck Norris perpetradas por Golan-Globus o a un episodio del “Equipo A” que a otra cosa.

La particular afición de Carpenter a hacerse cargo del apartado musical de sus películas no podía dejar libre ese crédito a la falta de originalidad. Así, se opta por una banda sonora tendente al rock duro, al heavy metal o a como quiera que deseen llamarlo los expertos en música moderna. Una banda sonora que subraya la brutalidad y el salvajismo del que van sobrados aquellos que han sido infectados por la forma de vida marciana. Grupo de guerreros cuyo punto de vista es abandonado a su suerte por el guión, tratados como monigotes, como simples elementos del paisaje, sin que se nos muestren sus motivaciones ni los detalles de su existencia (cualquier zombi moderno está más humanizado), tal cual como le ocurría a los indios en cualquier western anterior a los tiempos en que se comenzó a revisar la figura del nativo americano, ya a partir de los años cincuenta, con ejemplos como “La puerta del diablo” (Devil´s Doorway, 1950) de Anthony Mann o “El gran combate” (Cheyenne Autumn, 1964) de John Ford; otra vez el western.

Juan Andrés Pedrero Santos

(Publicado originalmente en la revista SCIFIWORLD MAGAZINE, en su número 22, enero de 2010)



martes, 18 de enero de 2011

"SFW PREVIEWS" nueva revista digital


Nota de prensa:

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lunes, 10 de enero de 2011

ENTREVISTA CON JOSÉ LUÍS ALEMAN


Con motivo del estreno de “La sombra prohibida”, segunda parte de “La herencia Valdemar”, entrevistamos a su director, guionista y productor, José Luís Alemán. A continuación la jugosísima y explícita entrevista.

JAPS: La acogida comercial de “La herencia Valdemar” no fue todo lo satisfactoria que se pretendía, pese a haber existido una campaña de marketing mayor de lo que suele verse en el cine español. Pasado ya un año desde su estreno, ¿has meditado y entendido cuales han sido los motivos de esa relativamente fría recepción comercial?

Te aseguro que es algo que me ronda la cabeza cada día. Creo que sin duda un motivo en nuestra contra fue haber fallado a la hora de definir el “Target” de la película; era una película para público adulto, conocedor de los clásicos, del cine negro, de la Hammer…, no era una película para adolescentes, que fueron los que nos la acribillaron.

Además, cometimos una serie de errores, en concreto dos. El primero, muy evidente, fue dividir la película en dos partes; decididamente debería haber rodado solo una, o incluso haber hecho un único montaje y aprovechar el material sobrante para trasladar una serie más extensa a las TV.

Otro fue un simple error de marketing: no dar a conocer al público mayoritario (no al seguidor de la evolución de la programación de cine fantástico por revistas e Internet, ya que este sí estuvo informado durante casi un año) el hecho que se trataba de una primera parte. Es curioso que simplemente con añadir una frase en el cartel “1ª parte” “ Prólogo”, algo sencillo, habríamos tenido menos dardos hacia nosotros. Pero pensamos en hacer la fórmula de “Perdidos”, hacer algo muy viral, dar información añadida por Internet, pero con cuentagotas, que el espectador siguiera la película después en la red…que pudiera ser copartícipe…, hacer una web sobre la empresa “Inmoberance”. En definitiva, programar un juego donde se fueran poco a poco uniendo las piezas del rompecabezas. Al final, la crisis económica hizo que la mayoría de empresas dispuestas a ayudarnos cerraran y nos quedamos a medias. Nos pasamos de listos.

Me gustaría añadir que nuestra idea jamás fue sacar una ventaja económica vendiendo dos entradas, como hemos oído… (los gastos simplemente de sacar dos películas hacen esto absolutamente imposible), simplemente quisimos hacer una saga de género. Por ello, aquellos espectadores que se quedaron muy resentidos por el final cortante, que no pudieron dormir en semanas, “sintiéndose estafados”, que se pongan en contacto con la productora y dentro de lo que nos permita el mercado daremos entradas gratuitas.

JAPS: Sé que es una utopía; pero ¿cambiarias algo en “La herencia Valdemar” una vez vistos, con el paso del tiempo, sus resultados artísticos y comerciales?

Sin duda, me arrepiento de muchísimas cosas, pero es verdad que hasta que no estás rodando no sabes los problemas que te encuentras en una producción. Esta era una de las más difíciles de hacer para el equipo; te hablo de gente que ya tenía tablas cuando se rodó “Los Santos Inocentes”,…desoí muchos consejos movido por el cariño que tenía al proyecto, lo hubiera visto con otra perspectiva más lógica, habría hecho una única película y por menos dinero, toda basada en la época victoriana, y habría cambiado al personaje del detective por el propio H. P. LOVECRAFT, dando así un papel protagonista al autor. El “flashback” del matrimonio Valdemar habría durado solo unos tres minutos, pero habría tenido que sacrificar al personaje de Paul Naschy. Como ves, son pros y contras…No dejo de pensar en esto…, tengo la pared de mi cuarto desconchada ya de tantos cabezazos que la doy…

JAPS: La apuesta personal y financiera a la que hiciste frente con la realización de ambas películas ha sido tremenda desde cualquier punto de vista. Hay que ser muy valiente e intrépido para encarar tamaño reto dentro de una cinematografía como es la española, además sin ningún tipo de ayuda pública, que siempre hubiera hecho más llevadero el riesgo. ¿Cuál fue la motivación última que te llevó a decidir el emprender tan dura travesía?.

La libertad absoluta a la hora de rodar, además de poder dar oportunidades a gente joven que estuviera empezando, como a Arnau Bataller, compositor de la BSO, a Luís Tinoco, creador de los FX digitales; traté de meter a alguien nuevo en todos los departamentos artísticos, y te aseguro que me costó lo que no sabe nadie.

JAPS: ¿Esperas que los resultados comerciales de “La sombra prohibida”, ajenos siempre a los artísticos, sigan el mismo camino que tuvo “La herencia Valdemar”?

Estoy aterrado en este tema. Salimos con 150 copias, 100 menos que con “La herencia Valdemar”; eso significa 100 cines menos, apenas tienes 2-3 semanas para tratar de recuperar un poco de un producto que cuesta más que levantar 50 restaurantes. Sé que nos irá mal en ese sentido, con una única película nos habríamos atrevido incluso con 400 copias, pero ya está hecho. Lo único que espero es que no se nos destroce en Internet. Ya estamos arruinados por la primera, así que daño en ese sentido es muy poco el que nos van a hacer. Solo el hecho de ver a Chulthu como nunca se ha visto puede ser lo que nos salve del desastre. Todo sea por él, alabado sea este dios.

JAPS: El cine es un negocio (y/o un arte) demasiado atado al dinero por razones obvias. No es como la narrativa o el ensayo, donde sólo hace falta papel y un procesador de textos, además del talento que cada uno tenga (ya sea mucho o poco); el publicar ese trabajo o no ya es otro cantar. En cambio el cine, desde el punto de vista de la producción, es una actividad de alto riesgo. ¿Crees que es posible hacer películas fantásticas, que satisfagan al público actual, con un presupuesto escaso?

Sin duda, ahí tienes a “Rec”, o “Los sin nombre”, o “Secuestrados”…tres peliculones. Pero además depende de tantísimos factores ajenos a la película…, ventas internacionales, TV, medios…, que más que hacer una buena película necesitas unos muy buenos contactos. Otro error que nosotros no contemplamos.

JAPS: Según recuerdo, el objetivo de tu productora “La Cruzada Entertainment” era ir realizando distintos proyectos uno a uno, digamos que financiando el siguiente con el apoyo del resultado económico obtenido en el inmediatamente anterior. ¿Cómo intuyes el futuro a medio plazo de tu productora?, ¿existen nuevos proyectos en curso?

Espero poder hacer otra película, pero siempre tendré que estar apoyado por una TV, eso ya nos será imprescindible.

Respecto a proyectos inmediatos, estoy preparando un corto fantástico en blanco y negro y en 3D para marzo, simplemente me apetece experimentar esta técnica. Así mismo estamos en conversaciones con empresas para organizar el concurso de cortos internacional de “Scifiworld” en el mes de abril, donde intentaremos que las obras finalistas puedan ser editadas en grandes superficies. Sería una oportunidad de oro para los cortometrajistas que tienen trabajos magníficos y no pueden darlos a conocer.

JAPS: ¿Te ves realizando o produciendo cine fuera del género fantástico?

Bueno, este año hemos producido el documental “El hombre que vio llorar a Frankenstein”, estamos con el tema de apoyo a cortometrajistas…, pero me encanta el cine fantástico y de aventuras. Creo que el terror y el resto de géneros esta suficientemente representado ya en España, me encantaría poder quedarme con la parcela de acción – aventura para mí.

JAPS: Ha sido muy curioso, tras el estreno de “La herencia Valdemar”, ver los ataques furibundos y en muchos casos desafortunados que algunos internautas han propagado por la red, con muy mala leche además. Aunque también han existido los defensores de la película. Esto es algo habitual en la red cuando los blogueros y foreros opinan. Según creo, parece que François Truffaut decía que todos los franceses tenían dos trabajos, uno el habitual de todos los días, y el otro ser crítico de cine. ¿Cómo te ha afectado todo esto?, ¿crees que la red ha democratizado, en el peor sentido de la palabra, el que cualquiera se crea con criterio para opinar sobre cine, creyendo que lo que dice es mucho más que una opinión personal, a la que por supuesto todo el mundo tiene derecho?

Efectivamente, creo que fue un linchamiento progresivo, organizado y muy agresivo, con la única intención de hacer fracasar la película en taquilla (a algunos periodistas que nos apoyaron les llegaron incluso a amenazar de muerte…, defensores y detractores se peleaban de un modo que daba miedo.…), eso es algo que jamás imaginé. Esperaba obviamente críticas malas, es lógico, pero no acusaciones de fraude, estafa, timo. La cantidad de imbéciles que se dedican a joder una película en los foros sin tener ni puñetera idea de cine es brutal; añade a esto el adjetivo “película española” y tienes una poderosa ensalada de odio lista para ser lanzada. Lo que más me sorprendió es que por la mala leche de algunos periodistas el hecho de hacer una película sin subvenciones (algo que no puede censurarse por muy cretino que se sea) se convirtió en un arma arrojadiza más (total, solo dimos trabajo a 495 personas, eso es algo que siempre hay que censurar…). “La Herencia Valdemar” era sin duda una apuesta arriesgada, como muy bien tu dijiste en tu pre-crítica antes del estreno, pero no destruible, puede parecerte mala, lenta, pero no es desagradable, ni gore, no atacaba a nadie…, pero se nos metió en un saco que hacía mucho tiempo estaba cerrado y solo para tratar de perjudicarnos económicamente, y esto estuvo organizado por alguien muy gordo.

JAPS: Siguiendo con tus dos películas (una en realidad), ¿se comercializarán en el extranjero próximamente?, ¿cómo está funcionando el dvd de “La herencia Valdemar”, que ya lleva unos meses en el mercado?

Sí tenemos acuerdos muy adelantados sobre ese tema. Respecto al mercado del dvd, la verdad es que hemos tenido una respuesta magnífica. En un mercado que está cercano a desaparecer como el dvd hicimos muy buen número de copias vendidas y en alquiler. En Chile, por ejemplo, que no está comercializada, es el número uno del top - manta.

JAPS: Aunque habías realizado algunos cortos y, creo, algún trabajo publicitario, anteriormente, una vez iniciada tu carrera en el mundo del largometraje, ¿qué enseñanzas te ha dado el seguro que increíblemente complicado y duro trabajo de realizar estos dos largos?, ¿desde un punto de vista estrictamente personal, en qué concretarías la mayor satisfacción y la mayor decepción que has experimentado con este proyecto?.

He aprendido mucho, no tanto de realización, sino del cine por dentro, sus cosas buenas y sus muchísimas cosas malas, sus odios, las envidia. Para que te hagas una idea, un grupo de técnicos me daban las gracias por enviarles felicitaciones de navidad, dicen que jamás habían recibido una; se que parece tonto, pero así es más o menos este mundillo.

La mayor satisfacción es la cantidad de amigos que me he creado a raíz de este proyecto; “Scifiworld”, “Aullidos”, “La Butaca.net”, “El Blog del cine español”, “Imágenes de actualidad”…;tengo incluso 7 o 8 fans…, no son muchos pero para mí valen como millones.

La decepción, aparte de lamerte las heridas viendo tus errores, es el odio que nos han vertido, de modo absolutamente intencionado, periodistas con el único fin de vernos arruinados; esto es, “El País”, compañeros de “Canal +”, no solo hicieron de nuestro trabajo una humillación pública, sino que mintieron como bellacos. Solo como ejemplo, dijeron que habíamos dejado a mi abuela sin un céntimo de su herencia. Mi abuela, una mujer maravillosa en todos los aspectos, murió en el mes de abril aterrada, al creer que tratábamos de quitarle sus ahorros. Parte lo hizo ya la demencia senil, parte lo que leyó en estos medios, y todo fue culpa de la increíble mala hostia de estos cerdos.

Como consecuencia de estas acciones, “La Herencia Valdemar” es, a día de hoy, la única película en toda la historia del cine español –y somos la 10ª producción más importante– que se ha vetado en todas las cadenas de TV de este país, públicas o privadas; por lo que la mayor estafa que se ha inventado desde el referente de la cultura en este país es el hecho de que se intenta por todos los medios apoyar a la industria cinematográfica.

JAPS: Muchas gracias, José Luís. Sin duda unas respuestas muy esclarecedoras y sinceras. No obstante, te deseo mucha suerte con “La sombra prohibida”.

Juan Andrés Pedrero Santos

domingo, 9 de enero de 2011

SCIFIWORLD MAGAZINE 34 (Enero 2011)

A partir de ahora la revista SCIFIWORLD MAGAZINE no se desmarcará del resto del mercado tan solo en su afiliación genérica, sino que también lo hará en su fecha de publicación. En lugar de hacerlo a principios de cada mes, como el resto de las revistas, lo hará el día 15 de cada mes. Con lo cual este 15 de enero ya estará disponible en los kioskos el número 34 (cada vez más cerca de los tres añitos). La portada y un interesante artículo lo protagonizan la segunda parte de "La herencia Valdemar", titulada LA SOMBRA PROHIBIDA, que algunos ya pudimos disfrutar en el último festival de Sitges, obra igualmente del valiente e insustituible José Luís Alemán, que estará en los cines a finales de este mes de enero.

Mi aportación, como siempre en "La máquina del tiempo", está dedicada a una interesantísima película de Werner Herzog: "NOSFERATU, VAMPIRO DE LA NOCHE", remake de la mítica película muda de F. W. Murnau, donde los vampiros siguen siendo lo que siempre han sido, y no esos rock star de opereta a los que ha acostumbrado ultimamente la mugrienta saga Crespúsculo.

martes, 4 de enero de 2011

"SCIFIWORLD COMICS", nuevo proyecto de Scifiworld

Los chicos de Scifiworld, ampliando las propuestas editoriales y virtuales, se meten también a editores de comics. La primera publicación será esta de la imagen. Os dejo la nota de prensa:

"SCIFIWORLD COMICS: LAS VIÑETAS INVADEN SCIFIWORLD

OS PRESENTAMOS UNA DE NUESTRAS GRANDES SORPRESAS DEL 2011. CON TODOS USTEDES, SCIFIWORLD COMICS.

Una nueva línea editorial está a punto de arrancar en Scifiworld.

Scifiworld Comics, nuevo sello de nuestras publicaciones, constituirá una apuesta por el cómic de calidad y el descubrimiento de talentos de la viñeta nacional e internacional.

Fantasía, terror y ciencia ficción volverán a ser los estandartes de esta casa en esta nueva aventura, que se iniciará con la publicación de "Total Wars", novela gráfica de Toni Benages Gallarth y Alan Smithee.

Os conminamos a seguir al tanto de las novedades día a día de Scifiworld, ya que próximamente se anunciarán nuevos detalles acerca de Scifiworld Comics, tanto en las futuras obras publicadas como en el método de venta.

Desde ahora y por siempre también en viñetas...

¡Larga vida al fantástico!"


 




lunes, 3 de enero de 2011

Capitán América: parecidos razonables

Según las primeras imágenes que se tienen del aspecto del Capitán América, versión Hollywood, en la película "CAPTAIN AMERICA: THE FIRST AVENGER" (Joe Johnston, 2011), existe un indudable parecido estético entre el Capi según uno de sus dibujantes en Marvel, el gaditano Carlos Pacheco, y el aspecto que se le ha dado al personaje recreado por el actor Chris Evans. Aquí teneis la muestra. Por cierto, el original del dibujo en cuestión es de mi propiedad, je je.