lunes, 3 de mayo de 2010

"TWO LOVERS", lo último de James Gray

Es complicado que el cartel de “Two Lovers” –con ese título y con las imágenes que lo ilustran– sea un buen reclamo para ir al cine; al menos para cierto tipo de público en el que me incluyo. Pero claro, cuando uno escudriña los créditos y ve el nombre de James Gray en la dirección poco más puede hacer que dar un voto de confianza. Y qué sorpresa. Uno confía en que esa autoría justifique de alguna manera el interés que ha despertado, pero lo que nunca hubiera esperado era encontrarse ante una Obra Maestra. Y sí, lo digo así, con mayúsculas, sin temblarme el pulso, sin reparo y sin ruborizarme. “Two Lovers” es una película maravillosa, que explora todos los sentimientos que marchan unidos a una relación de pareja (a cualquier tipo de relación de pareja) cuando éstos significan ese momento atormentado en el que decidir si seguir avanzando en la misma; cuando uno calibra hasta donde está dispuesto a arriesgarse, a involucrarse, a dejarse llevar y a arrastrar a los demás, pensando (o sin pensar) en las consecuencias que nuestros pasos tendrán en nuestro entorno más cercano, particularmente en quien tenemos enfrente; y James Gray consigue matizarlos, identificarlos y catalogarlos como nunca antes lo habíamos visto.

James Gray representa en imágenes y en sonidos una sencilla historia humana, de las que cualquiera ha podido vivir en su trayectoria vital o que espera no tener nunca que vivir (o sí). Y lo hace con el cine, con sus recursos y con su magia, mucho más que con una simple ilustración. Lo que hace es retratar los abismos, las alegrías y los callejones sin salida a los que nos pueden llevar los asuntos del corazón. Lejos de hacerlo de una manera naturalista, utiliza esos recursos tan grandes propios del cine para mostrar cada una de las sensaciones que le pasan por la cabeza –con parada previa en otros miembros más cercanos al suelo, entre ellos el corazón– a esa terna (que no trío) de actores: Joaquin Phoenix, Gwyneth Paltrow y Vinessa Shaw –la Domino de “Eyes Wide Shut” (1999), el testamento de Kubrick–, todos perfectos y extraordinarios.

La lucha entre la cabeza y el corazón (no voy a decir la bragueta porque sería demasiado excluyente), el sufrimiento, la angustia, el sentimiento de pérdida de control, la locura y la predisposición a la falta de lealtad y a la traición al respeto que el otro merece son los elementos que pueblan ese odioso momento que llega a cualquiera que tenga que decidir entre un tipo de amor u otro si ambos se presentan al unísono. James Gray trata así un tema que es aparentemente tan pequeño para el mundo, pero a su vez tan universal y tan inabarcable para quien tenga el (dis)gusto de sufrirlo. Lo que en realidad hace es registrar en pantalla todo el compendio de trances y lances que una situación como esa puede y debe provocar. Y lo hace con atmósfera, con sensibilidad, con sinceridad y sin trampa ni cartón, llegando a las más inhóspitas profundidades de los sentimientos, con poesía; dramática, pero poesía al fin y al cabo; con elegancia, moderación, intensidad y ambigüedad; donde están todas las renuncias, todas las concesiones, e incluso quizás toda la siniestra hipocresía a la que podemos llegar cada uno de nosotros. La vida misma. Qué magnífico cineasta tenemos ante nuestros ojos.
(Publicada originalmente en la web "Pasión por el cine")

Juan Andrés Pedrero Santos

5 comentarios:

  1. Es una buena película, lo que ya es bastante, filmada con la habitual mixtura de sobriedad y estilización de Gray (sigo considerando Little Odessa su mejor film. Heredero (casi único) de una concepción del cine muy americana y muy setentera, además de uno de los escasos ejemplos de cine genuinamente adulto del Hollywood actual, donde le supongo una situación de puro equlibrismo.
    Por cierto, ¿no te pareció una posible versión dramática de Pagafantas?

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  2. No he visto Pagafantas, pero ese adjetivo me rondó la cabeza durante toda la proyección. Quien no hemos sido pagafantas alguna vez...

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  3. Pues te la recomiendo. Es una comedia modesta, agil y con muy mala hostia. Y encima representa cruelmente comportamientos de lo más reconocibles jugando con genio con la vergüenza ajena.
    Two lover hace lo mismo desde otra óptica radicalmente diferente. Pero esa sensación dolorosa de comprobar como al pobre protagonista lo torean de manera lamentable y él, encina, sedeja como un corderito, es la misma.

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  4. Totalmente de acuerdo con tu crítica. Two Lovers es una de las mejores películas del año (de hace dos años). Ojala hubiera mas cine como este y menos "Furias de Titates". De sus anteriores películas solo he visto "La noche es nuestra", pero viendo de lo que es capaz, tendré que ponerme al día rapidamente.

    Un saludo.

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  5. Una gran película, estoy de acuerdo...

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