Próximo el homenaje que se tributará a Paul Naschy en el Festival de Sitges y la presentación de un documental sobre su figura, producido por SCIFIWORLD, WALDEMAR MEDIA Y LA CRUZADA ENTERTAINMENT, aprovecho para repescar una entrevista que le hice al ilustrador Javier Trujillo con motivo de las adaptaciones al comic (estupenda la segunda) de guiones de Paul, además de ilustrar la única novela escrita también por él. Fue publicada en un número de hace ya tiempo de la revista y creo que merece la pena traerla de nuevo a la actualidad.
Dentro del contexto de revalorización que parece estar viviendo en nuestro país la figura de la única verdadera gloria que ha dado nuestro cine fantástico, Jacinto Molina (Paul Naschy para los amigos) -con miles de admiradores en todo el mundo, a veces menospreciado en su propia tierra pero al que sin duda se le debe, como mínimo, el respeto más absoluto- hablamos con Javier Trujillo. Este madrileño, nacido en 1962 y de extensa formación técnica en el campo del dibujo, ha abordado la honorable tarea de adaptar al comic algunas de las películas protagonizadas por Paul Naschy; hasta el momento siempre en su faceta más conocida, la que da vida al único personaje de fama internacional que nuestro cine ha aportado a la ya larga lista de nuestros terrores favoritos: Waldemar Daninsky.
Como aficionado ¿Cuál es tu relación con el cine en general y con el género fantástico en particular?
-Obsesiva. Por ejemplo, a diario, no veo programas de TV, si puedo sólo veo películas, y si son de género, mejor.
Está claro que sientes una profunda admiración por el trabajo de Jacinto Molina/Paul Naschy, ¿desde cuándo y con qué alcance existe ese interés?
-Pues desde siempre, porque desde chaval me han atraído y he sentido admiración de forma inconsciente por Lugosi, Karloff o Corman, como por Naschy, aunque no los tuviera nítidamente personalizados. A medida que fui creciendo, se fueron identificando claramente con nombre y apellidos y despertando una admiración por el creador tras la máscara. Waldemar Daninsky / Paul Naschy, antes de esa identificación, ya formaba parte desde el principio de mi acervo cultural fantástico.
¿Qué percepción crees que tienen la mayoría de los cinéfilos del cine de Jacinto Molina/Paul Naschy?, ¿Hasta qué punto crees que está infravalorado por unos y sobrevalorado por otros?
- Eso es difícil saberlo… generalizar sería un error. Hay cinéfilos de mi generación que no lo aprecian en su justa medida, y por otro lado, me he encontrado gente joven que siente una profunda admiración por la obra de Naschy. Es curioso, siendo grupos de gente con implicaciones vitales muy anacrónicas. España es un mal país para ser creador y ser admirado dentro. Aquí tiene detractores, pero con igual intensidad grandes admiradores de la talla de Luís Alberto de Cuenca, que si algo tiene, es un alto nivel cultural. En todo caso, para despersonalizar el tema español, que aquí siempre mezclamos las emociones erróneamente, yo diría que sería bueno saber el porqué en países como USA, por citar uno que tiene una larga y fuerte trayectoria cultural cinematográfica, es muy admirado y valorado. Sería bueno saber porqué Tarantino, por ejemplo, ha expresado su admiración por Paul Naschy. Lo digo porque no creo que en USA se le admire por cuestiones emocionales, sino por su obra. Para ser justos, creo que en España poco a poco, los cinéfilos están empezando a reconocer los méritos que del maestro Naschy ya habíamos reconocido mucho antes sus fans.
En los Estados Unidos siempre ha sido muy habitual la adaptación al cómic de famosas películas, ¿por qué crees que tiene interés este tipo de trabajos?
-Porque en USA la cultura popular está muy arraigada, y tanto el comic como el cine lo son en igual consideración y medida. El trasvase de creadores del cine al comic y del comic al cine siempre ha existido. Ahora más, porque hay muchas más producciones y hay que alimentar a la bestia. Estoy pensando en Kevin Smith, Tarantino etc, cinéfilos comiqueros empedernidos.
¿En qué momento surge la idea de adaptar gráficamente algunas de las películas protagonizadas por Jacinto Molina/Paul Naschy? ¿Es idea tuya o te lo proponen?
-Es idea mía y se lo propongo al entorno de Naschy, que enseguida se muestra receptivo, como el propio Paul, que siempre me ha dado facilidades y me ha apoyado en todo.
Los guiones los escribe Jacinto Molina/Paul Naschy, ¿te da pie a participar en la redacción de los mismos de alguna manera?, ¿sus guiones incluyen indicaciones respecto al contenido y enfoque de las ilustraciones o se reducen simplemente al contenido literario de los textos?
-No, a ver, los guiones son los de las películas, que están escritos por Paul. Yo los versiono y adapto, porque el lenguaje del cine y de la narrativa ilustrada se parecen, pero no son iguales. Además, mi estilo es muy determinado, ni siquiera tengo un estilo ortodoxo o similar al de los cómics en general. Con ese planteamiento de trabajo, Paul supervisa el proceso cada semana. Si un escritor cede una obra para adaptarla al cine, como mucho ejercerá de asesor, pero no deberá decirle al director como habría de rodar, si quiere un buen resultado, y sobre todo si es un director con un marcado estilo propio, porque una novela no es una película. Por esta razón él me dio desde el principio libertad absoluta, siempre que no rebasara los cánones del mito de Waldemar, obviamente. Tengo que añadir que trabajar con Paul ha sido y es muy fluido.
Los colores cálidos son los que más podemos ver en las páginas de tus adaptaciones, ¿es algo intrínseco a estas versiones gráficas de películas de Naschy o se trata de una propensión habitual en el resto de tu obra como ilustrador?
- Es intrínseco a los matices de la iluminación y la ambientación de las obras de Paul. Tanto en "El retorno del hombre lobo", "La bestia y la espada mágica", y en otras también como "El huerto del francés", el ambiente es el de un tenebrismo clásico, muy ligado a la estética de la pintura española de Solana, e incluso de más atrás, al de los tenebristas. En ese orden de cosas, coincide con mis gustos estéticos. Los tonos cálidos emergen de la oscuridad, y eso sí es, aparte de todo lo dicho, propio en mí el acentuarlos.
En tus adaptaciones podemos encontrar una exaltación del elemento erótico muy por encima del que podemos ver en las películas. ¿A qué se debe esa variación respecto a la obra original?
- Hombre, depende, si eran las versiones para España sí, pero en muchos casos las versiones de fuera llevaban una fuerte carga erótica, ya que en el cine de Naschy, terror / sexo, muerte / amor siempre van unidos. En "Inquisición", por ejemplo, la carga erótica de la versión extranjera fue muy cercenada en la versión española. Ni comparación… cosas habituales en aquellos tiempos en España.
En cuanto al apartado gráfico e incluso en lo que respecta a la edición en sí misma, ¿existe alguna evolución premeditada o de la que seas consciente -en el caso de que haya fluido de forma natural- desde la primera de las adaptaciones hasta este primer volumen en el que adaptas “La bestia y la espada mágica”?, ¿Cuál es el motivo de que no hayas adaptado la película en un solo volumen?, ¿Para aprovechar el to be continued quizás?
-La evolución tiene que ver con mi asentamiento en un registro más interesante para mí. A mi me gusta un tipo de plasmación estética muy pictórica, como la de Alex Ross, por ejemplo, pero mis comienzos han sido más comiqueros. Siendo como yo soy desde hace muchos años ilustrador, y muy realista, mi natural ha ido diciéndome que esta narrativa de “El origen de la maldición”, que trepida entre el relato ilustrado y el cómic, es la más adecuada para contar la historia. El tema de las dos partes es puramente de capacidad productiva. Contar una película tan densa como “La bestia y la espada mágica”, en la que ocurren y se cuentan tantas cosas, me hubiera llevado dos años de trabajo y cerca de cien páginas. Eso, o contarlo en menos páginas y amputar más de la mitad del guión, cosa impensable. Mis ilustraciones son elaboradas y lentas, así que no hay otra forma más que producirlo en dos partes.
¿Cuál ha sido el motivo del cambio de editorial de una a otra adaptación?, ¿La actual editorial Dolmen te deja total libertad creativa o te impone o sugiere algo?
- Realmente la razón del cambio ha tenido que ver con cuestiones propias e internas de Aleta y con sus objetivos y ambiciones editoriales. Dolmen es una editorial que siempre ha apostado por el género y lo ha movido muy bien. Después de Aleta, con la que empecé a publicar “Los mitos de Asturdeva”, mis simpatías siempre han estado cerca de Dolmen. La libertad creativa en ambas editoriales siempre ha sido total, y la empatía también.
Observo dos cambios significativos respecto a la primera de tus adaptaciones, la dedicada a “El retorno del hombre lobo”, en tu segundo trabajo, “El origen de la maldición”; por un lado, el dejar de utilizar los típicos bocadillos donde introducir los textos y, por otro, el paso a utilizar fundidos de imágenes diferentes dentro de una misma página en lugar de la tradicional separación en viñetas. ¿A qué se debe ese cambio?
- Sí, no hay bocadillos, los textos están estructurados formando recorridos que se implican en las ilustraciones, que a veces son viñetas y otras páginas completas, porque el resultado es muy cercano al estilo que debe acabar por madurar en mi, con el que me siento satisfecho. Este también es un estilo narrativo que lleva usando el maestro italiano Sergio Toppi desde hace mucho tiempo, y que en su caso, sin duda tiene que ver también con su vena más ilustrativa que comiquera. Es decir, que no es algo nuevo esto.
Es muy interesante la forma en que consigues plasmar cierto dinamismo en algunas ilustraciones con ese tipo de dibujo que podríamos definir como un difuminado. ¿Técnicamente, como consigues ese efecto?
Todo el acabado estético es fruto de un programa maravilloso que se llama Painter. En él hago exactamente lo mismo que hacía con pinturas acrílicas sobre lienzos. El difuminado se hace con una herramienta que es un difumino, obviamente, y con el que frotando las zonas apropiadas consigues el efecto del difumino que se usa en el dibujo de carboncillo en mancha académica. Pero con un lápiz óptico y una tableta Wacom, eso sí, no con un ratón que no hay ni comparación.
¿Tu dedicación al mundo del comic significa un abandono, al menos temporal, de la ilustración stricto sensu?, ¿Qué diferencias ves, desde el punto de vista del artista, entre comic e ilustración?
-Vaya, pues la hay, pero en mi caso, como he explicado antes, cada vez menos, porque lo estoy hibridando. La ilustración puede ser narrativa, y el cómic puede ser pintado, una ilustración narrativa y secuenciada sería un híbrido de lo dos. Siempre hay un punto en donde los opuestos se encuentran. Luego están los integrismos gráficos. Hay quien cree que “El príncipe valiente” de Foster no es cómic porque no tiene bocadillos, o que lo que hace Ross, como está pintado, no es dinámico ni buen cómic, porque es una sucesión de ilustraciones puestas una tras otra. Sin embargo, Ross es el autor americano más cotizado en USA. Quizá, como en otros casos de los que hemos hablado con anterioridad, los norteamericanos no entienden de estas cosas que son inherentes a su cultura. Yo cada vez tiendo a ser más ilustrativo, en absoluto es un abandono.
Jacinto Molina/Paul Naschy supongo que estará contento con tu trabajo, ¿en qué términos te ha expresado su mayor o menor satisfacción respecto a lo que habéis producido hasta el momento?, ¿Cuáles serán los siguientes pasos de la colaboración?
-Pues él está muy contento, porque es un entusiasta de todas las manifestaciones del arte, sobre todo en sus formas populares. Le gusta mi estilo, y esa es la piedra angular, si no le gustara no hubiera aceptado empezar con este proyecto. Para mí es todo un honor. En cuanto a mi próximo proyecto,..., seguiremos con Paul Naschy, pero posiblemente dejemos descansar a Waldemar Danisky.
¿Cómo es Jacinto Molina/Paul Naschy en las distancias cortas?
-¿Conmigo?, yo me lo paso muy bien con él, somos parecidos en muchas cosas, así que yo le entiendo muy bien y creo que él también a mí. Para mí es un amistad entrañable, ha marcado un antes y un después en mi forma de ver el arte y conducirme por el.
Pues muchísimas gracias Javier, espero no haber distraído mucho a tus musas. Todo un honor y una lección poder hablar contigo.
-Gracias a ti y a Scifiworld.
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