Una de las primeras entrevistas que
publicamos en “La abadía de Berzano” fue la realizada a Juan Andrés Pedrero
Santos con motivo de la salida de su primer libro, Terror Cinema (Calamar
Ediciones, Madrid, 2008). De ello hace
cuatro años. En este corto lapso de tiempo, Juan Andrés ha conseguido abrirse
un hueco en el panorama de la crítica cinematográfica española, convirtiéndose
en colaborador habitual de la especializada revista Scifiworld y publicando dos obras más: Johnny Weissmuller biografía. Vida
y películas del mejor Tarzán de la pantalla (T&B
editores, Madrid, 2010), y la excelente James Whale. El padre de
Frankenstein (Calamar Ediciones, Madrid,
2011), merecidamente nominada a los premios Ignotus en la categoría de ensayo. A toda esta bibliografía se le une ahora Ridley
Scott. El imperio de la luz (T&B
editores, Madrid, 2012), un recorrido por la trayectoria del célebre
cineasta inglés que desmenuzamos en la siguiente entrevista.
- Tu nuevo trabajo está dedicado a la
figura de Ridley Scott, de plena actualidad gracias al estreno de la esperada Prometheus. Habrá por ello quien piense
que su existencia responde a una cierta actitud oportunista por tu parte. ¿Qué
hay de cierto en ello? ¿Realmente ha sido así, o se trata de una simple
casualidad? ¿Por qué elegiste, precisamente, a Ridley Scott?
No
existe intento alguno de oportunismo. El libro recibió el visto bueno del
editor en enero de 2011, con lo que ya ha llovido. Es absoluta casualidad.
Elegí a Scott porque en varias editoriales me rechazaron otros proyectos que
consideraban poco comerciales. Dada la situación del mercado editorial (y de
cualquier mercado...) T&B vio con mejores ojos dedicar un libro a un
director muy conocido y que además no tenía aun mucha bibliografía en
castellano.
- Como viene sucediendo desde que en
el 2010 publicaras Johnny Weissmuller
biografía. Vida y películas del mejor Tarzán de la pantalla, en Ridley Scott. El imperio de la luz combinas
la peripecia vital y el estudio de la obra de su protagonista a través de un
recorrido por su filmografía. ¿Por qué te has decantado nuevamente por este
esquema?
Bueno,
es un esquema muy socorrido, y que te permite enlazar de forma coherente y
comprensible la peripecia vital de la persona, unida siempre a su carrera
profesional. Yo creo que otro planteamiento, aunque viable, no hubiera sido más
que buscar una forma distinta y menos lógica de decir lo mismo. Creo que, en la
mayoría de las veces, en la sencillez y en lo más directo está la virtud.
El autor con Juan Diego Botto, uno de los intérpretes españoles de
"1492: la conquista del paraíso"
"1492: la conquista del paraíso"
- Al contrario que en tu bibliografía
previa, en esta ocasión te sales de los márgenes del cine clásico para ocuparte
de un autor contemporáneo. ¿En qué medida ha cambiado tu forma de encarar el
proyecto?
Este
proyecto lo he encarado del mismo modo que los anteriores en cuanto a intentar aportar bibliografía sobre
un artista que no ha sido lo suficientemente tratado, a pesar de lo conocido
que es su cine para el gran público; algo muy unido al interés de Scott por no
salirse del camino del cine comercial. Precisamente esa particularidad de ser
tan conocido sí me ha hecho esforzarme en romper tópicos y en, no descubrir,
pero sí esquematizar un retrato de las constantes temáticas y estilísticas del
director. Hay mucho tópico en relación a las líneas maestras de su cine, y creo
que había llegado el momento de hacer un catálogo del mismo algo más en serio.
- Por el mismo motivo, y aunque el
libro este puesto al día, hasta el punto de hacerse eco de la ya citada Prometheus y del reciente suicidio del
hermano de Ridley, Tony Scott, el que su protagonista se encuentre aún en
activo hace que tu trabajo corra el riesgo de quedar desfasado en un futuro
próximo. ¿Te ha influenciado tal circunstancia de algún modo a la hora de
escribir?
Para
nada. Todos esperamos que la carrera de Scott aun tenga un cierto recorrido,
pero dada su edad actual, en torno a los 75 años, este no puede ser
necesariamente muy extenso. Ya habrá momento para actualizar nuevas ediciones
(jo, jo). Quizás sí existe un interés especial, dado que la perspectiva sobre
el cineasta aun no puede darse por cerrada, en servir como una especie de
pitonisa, opinando cual será la visión sobre Scott por parte de los aficionados
y críticos cuando su carrera pueda verse terminada y desde lejos.
- Al contrario que en tus obras
previas ya citadas, en esta ocasión has podido contar con el testimonio de
primera mano de diferentes profesionales que trabajaron en su momento con
Ridley Scott…
Si,
eso ha sido, a nivel personal, algo que me ha satisfecho mucho. Siempre es muy
interesante y estimulante (además de convertirse en momentos para no olvidar
nunca) tener la oportunidad de charlar con profesionales reconocidos por su
trayectoria, como Achero Mañas y Juan Diego Botto, que amablemente consintieron
en pasar un rato conmigo para hablar del asunto y recordar mucho más de lo que
en un principio esperaban. Ambos me contaban,
previamente a nuestros encuentros, que no creían que se acordaran de
mucho, pues habían pasado ya veinte años desde que conocieron a Scott. Y la sorpresa
para los dos fue igual; al final estuvieron más de una hora, por separado uno de otro, hablando
exclusivamente de su experiencia en el rodaje de 1492: la conquista del paraíso. Del mismo modo quiero agradecer su
atención a Fernando García Rimada, quien interpretó a Fernando el católico en
la misma cinta, a pesar de que su participación fue mucho más limitada. En su
caso, dado que vive en Málaga, tuve que conversar por vía telefónica. Aprovecho
para enviarle un sincero saludo, pues no se encuentra muy bien de salud.
- Siguiendo con la pregunta anterior,
todos los entrevistados son de nacionalidad española. Ahora que las nuevas
tecnologías facilitan de tal modo las comunicaciones, ¿barajaste en algún
momento la posibilidad de recabar información de otras fuentes más cercanas a
Scott o, incluso, entrevistarle a él mismo?
Bueno,
intenté contactar de algún modo con algún intérprete extranjero a través del
facebook y del correo electrónico, pero no conseguí respuesta; lo mismo que me
sucedió con algún otro profesional español, que no hicieron mucho caso.
Recuerdo que Achero Mañas me comentó que porqué no intentaba viajar a Los
Ángeles para hablar directamente con Scott; algo que, pensado fríamente, me
pareció bastante inviable si se tiene en cuenta que hubiera requerido una
inversión económica que nunca iba a recuperar (si es que prosperaba el
intento), además de por las limitaciones de tiempo que tengo por mis
ocupaciones profesionales y la atención a mi familia.
- Como viene siendo habitual en tus
libros, has tenido un prologuista de excepción. Tras Roberto Cueto, Paul Naschy
y Guillermo del Toro, esta vez has contado con la participación de Tomás
Fernández Valentí, entre otras cosas actual coordinador de la prestigiosa
“Dirigido por…”…
Tomás
es un crítico al que siempre he admirado, tanto profesional como personalmente,
pues a poco intuitivo que seas al leer sus textos y por el trato que recibes de
él te das cuenta de lo generoso, prudente y modesto que es. Además creo que era
un buen complemento para un libro que trata precisamente de alguien
habitualmente maltratado por la crítica; y, por supuesto, del mismo modo que
sucede en el caso del resto de mis prologuistas, todo un honor para mí.
- Desde la propia introducción dejas
claro que el objetivo del libro es la defensa y reivindicación de la
filmografía de Ridley Scott. ¿De verdad crees que la carrera de Scott se
encuentra actualmente puesta en entredicho? Tu mismo reconoces que la
expectación que suscita el estreno de sus nuevos trabajos es sólo equiparable a
la de los más importantes directores de la actualidad, léase Steven Spielberg,
Martin Scorsese o Quentin Tarantino…
Yo
creo que desde Blade Runner siempre
ha recibido estopa en mayor o menor medida, seguramente sólo merecida de
verdad en el caso de La teniente O´Neil. Por poner un ejemplo;
John Carpenter tiene muchas más carencias que Scott, al menos las mismas en
cuanto a importancia respecto a unos estándares ideales de calidad, y nadie lo
trata tan mal como a Scott. Creo que a Ridley Scott se le utiliza como chivo
expiatorio de un tipo de cine que siempre ha existido, desde los tiempos
dorados de Hollywood. Parece como si ahora sólo se pudieran hacer películas
aburridas y falsamente intelectuales, muchas, algunas muy reconocidas,
soberanos bodrios para mi gusto. Por eso defiendo que Scott es uno más de
aquellos cineastas clásicos que hacían buenas películas sin olvidarse nunca de
que son productos industriales que necesitan venderse.
Juan Andrés posa en esta foto con el director y actor Achero Mañas,
que también tuvo un papel importante en "1492: la conquista del paraíso".
- Lo que es cierto es que su trabajo está continuamente acompañado de la polémica, como ha demostrado el estreno de Prometheus, defendida y defenestrada a partes iguales y que, personalmente, la considero como uno de los títulos más valiosos de su carrera…
que también tuvo un papel importante en "1492: la conquista del paraíso".
- Lo que es cierto es que su trabajo está continuamente acompañado de la polémica, como ha demostrado el estreno de Prometheus, defendida y defenestrada a partes iguales y que, personalmente, la considero como uno de los títulos más valiosos de su carrera…
Yo
valoro mucho Prometheus, aunque
reconozco que no tanto como tu. Ser un cineasta que despierta con sus estrenos
tanta expectación lleva a eso, a que se convierta en un tema de conversación
entre los aficionados y a que incite a apasionados debates a la salida de los
cines; al menos entre los que consideramos al cine como muchísimo más que un
entretenimiento de domingo por la tarde.
- Pese a ese intento por reivindicar
su obra, lo cierto es que en multitud de pasajes no escondes tu posicionamiento
crítico contra ciertos elementos de su concepción del arte cinematográfico…
Bueno,
siempre hay que dejar a un lado posicionamientos, digamos partidistas, y ser
todo lo honesto y ecuánime que nuestra voluntad y capacidad permita. Y no cabe
duda de que Scott tiene muchos defectos recurrentes, pese a sus obvias
virtudes. Lo justo es darse cuenta tanto de unas cosas como de otras, y lo que
se debe esperar de un estudio mínimamente serio es que recoja todo ello.
- Una de las ideas más sugerentes que
en mi opinión expones en el libro, y que ya ha salido ha colación durante esta
entrevista, es la comparación que estableces entre Scott y los cineastas del
Hollywood clásico, como puedan ser John Ford o Alfred Hitchcock, no tanto por
su talento estrictamente hablando, como por cuanto su trabajo está sometido a
los dictados de los grandes estudios…
Efectivamente,
y esa creo que es una de las virtudes que más se pasan por alto en el caso de
Scott, siendo la que creo que en el futuro le pondrá en un lugar mucho más
destacado dentro del panorama cinematográfico del que se encuentra hoy en día.
- Precisamente, una de las causas en
las que mejor se deja sentir su búsqueda de la comercialidad está en los
distintos remontajes a los que han sido sometidos la mayoría de sus films, en
la mayoría de los casos para amoldarse a los gustos imperantes del público…
Sí,
yo creo que Scott ha sabido ver que la forma de ver el cine ha cambiado y que
no hay nada de malo en experimentar nuevas formas de comercializarlo, más
adaptadas a un medio como es el cine en casa.
- En este sentido, puede verse a
Scott como un pionero, por la forma en que ha sabido sacar partido a las
distintas versiones existentes de sus films, prolongando su vida comercial con
su edición en el mercado doméstico…
No
se cuanto habrá en ello de un puro interés por ordeñar la vaca hasta donde se
pueda (de lo que George Lucas es un maestro consagrado) y cuanto de una
verdadera inquietud en mejorar montajes previos. En cualquier caso, los
aficionados los seguimos, y además podemos ver que en muchos casos
efectivamente las películas mejoran o al menos cambian, como por ejemplo ocurre
en el caso de Legend o de El reino de los cielos.
- Dado el carácter eminentemente
visual del cine de Scott, sorprenden las escasas imágenes que ilustran el
volumen, todas ellas además en blanco y negro…
Bueno,
ahí yo no tengo ninguna responsabilidad. Se trata de decisiones puramente
comerciales del editor, que en lo que a eso se refiere decide absolutamente. La
parte buena es que al encontrarse el texto totalmente huérfano de
ilustraciones, con excepción de ese pliego central de fotos, adquiere un cierto
carácter de seriedad que puede venirle bien al tratamiento de un texto dedicado
a un cineasta tan comercial.
- ¿Y tras Ridley Scott. El imperio de
la luz qué planes de futuro tienes?
Pues
aun no hay nada cerrado. Al igual que antes de iniciar el proyecto dedicado a
Scott no ha habido manera de obtener un visto bueno del libro que realmente me
hubiera gustado hacer. Sí existe un interés muy avanzado por otro tema, también
aparentemente muy comercial, que aun no se ha cerrado; y que por supuesto no
desvelaré. Yo por si acaso (confío en el proyecto) ya he comenzado a
documentarme con idea de iniciar su escritura en breve.
José Luis Salvador Estébenez
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